14 diciembre 2005

Eloisa y Daniel

¿Estudiar? Daniel dormita, Eloisa, a leerle los apuntes se dedica. Es un quejica, con la garganta hecha trizas (pero no más: sí, quejica) como piensa que agoniza se tapa con una manta y dice: "explica". Pero no lo va a aprender Porque sólo se mejora cuando al cabo de una hora busca news en Internet Total, que mañana examen. Y éste aquí, tan tapadito con mi manta y mis cojines y una cara de angelito que no se la cree ni él mismo. Concusión: más surrealismo, aunque no "más de lo mismo": yo explicando los apuntes y nadie explica los fines Eloisa Eloisa habla y canta sus apuntes en voz alta mientras mira mis ojos rojos de fiebre y consiguiente enojo. "estoy perdiendo mi superioridad" replico mientras la miro pero ya hace tiemo que ambos nos tiramos al vacío. Con cautela Eloisa canta con lucidez y sana garganta. Las nubes son ya sombras negras como el examen que nos espera Ahora tirada en la cama piensa en remodelar su poema mientras yo escribo estas lineas de fiebre, corazón y espera... Daniel

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Moita sorte cn ese exame... eu tamn ando nels...jeje. coidat pola capi. un biqiño.

12/14/2005 07:58:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Le contaba a Eloísa mi reciente afición por esperar al momento oportuno para sacar la baraja mágica, extenderla sobre la mesa y elegir, zas, al azar, una carta cualquiera. Siempre cuenta cosas, y normalmente da los mismos consejos a la misma persona.

Hoy hizo magia tres veces. Una fue para mí misma, así que aquí no importa. Otra fue para Eloísa. Cuatro de oros: "Nunca desees suerte. Eso es para los mediocres. Desea éxito".

Curioso, dijo Eloísa, hoy volví a decir esa frase después de mucho tiempo.

Seguimos con nuestras palabras, nuestras risas, nuestros teatros, cuentos y caracoles. Yo, bruja, por mi parte, decidí dedicar una carta a Daniel. La baraja estaba boca abajo sobre mi mesa, y deprisa, la separé en dos por un punto cualquiera. Azar, lo llaman. Con medio mazo en mi mano derecha, levanté la primera carta que quedó en la otra mitad sobre mi mesa. Pensé, esta va por tí, Daniel:
As de copas.
"Una copa sola sobre la barra de un bar, una noche de luna amarilla... Imán perfecto para gatos, para crápulas, para fantasmas."

Curioso. Me sonreí.

Sin pensarlo dejé sobre la mesa la media baraja que había cortado y que aún tenía en mi mano. Más curioso. Me sonreí más.

La carta inmediatamente anterior a la tuya, Daniel, por aquella por la que corté, la última que quedó en el mazo de mi mano derecha:

Cuatro de oros. Eloísa.

12/16/2005 01:49:00 a. m.  
Blogger Daniel Basteiro said...

Pues qué quieres que te diga... Curioso. También yo me sonreí.

12/16/2005 10:35:00 a. m.  

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