09 diciembre 2005

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Ya hace años que el Nobel literario es más bien político, :) . Reivindicaciones feministas, críticas al totalitarismo, o el de esta edición, para Harold Pinter, que pregunta directamente a la conciencia ciudadana (poco de moda hoy). Hay que desarrollarla para que no pasen algunas cosas. Estremecen sus palabras, ya no simplemente por la moralidad de las decisiones políticas, sino por estas primeras frases sobre el lenguaje. Cuando los gobernantes hablan de hacer tal o cual cosa por el bien de los “ciudadanos españoles” (¿hay españoles no ciudadanos?), o “la sociedad”, o “un partido con diez millones de votos”... A veces confundimos la evocación con la realidad, gracias al uso del lenguaje. Seguimos en los comentarios.

Es una estratagema brillante. El lenguaje se usa hoy en día para mantener controlado al pensamiento. Las palabras “el pueblo americano” producen un cojín de tranquilidad verdaderamente sensual. No necesitas pensar. Simplemente échate sobre el cojín. El cojín puede estar sofocando tu inteligencia y tu capacidad crítica pero es muy cómodo. Esto no funciona, por supuesto, para los 40 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza y los dos millones de hombres y mujeres prisioneras en los vastos “gulags” de las cárceles, que se extienden a lo largo de todo Estados Unidos.

Los Estados Unidos ya no se preocupan por los conflictos de baja intensidad. No ven ningún interés en ser reticentes o disimulados. Ponen sus cartas sobre la mesa sin miedo ni favor. Sencillamente les importan un bledo las Naciones Unidas, la legalidad internacional o el desacuerdo crítico, que juzgan impotentes e irrelevantes. Tienen su propio perrito faldero acurrucado detrás de ellos, la patética y supina Gran Bretaña.

¿Qué le ha pasado a nuestra sensibilidad moral? ¿Hemos tenido alguna vez alguna? ¿Qué significan estas palabras? ¿Se refieren a un termino muy raramente utilizado estos días – conciencia? ¿Una conciencia para usar no sólo con nuestros propios actos sino para usar también con nuestra responsabilidad compartida en los actos de los demás? ¿Está todo muerto?

Harold Pinter, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Litaratura

Más en el discurso original en inglés, y en español (Escolar)