09 diciembre 2005

Suicidio

Un tema siempre complejo. Me ha interesado desde que empecé a pensar en la vida, quizás por algunos casos cercanos. Me gusta analizarlo en la literaura, en el cine. Un interesante artículo:
El tiempo del suicida es un tiempo muy complejo. Penetrar ese tiempo puede ser imposible. Compartir la idea de la muerte con un probable suicida significa adentrarse en el ideario del afectado y con las razones por las cuales piensa que ésta práctica es válida. Significa muchas otras cosas. Términos como desesperanza, depresión, falta de oportunidades, sociedades voraces, familias desarticuladas, soledad y vejez son sólo algunos de los vocablos asociados con la idea del suicidio. Esos significados y ese compartir pueden devenir luz acerca de algunas de las razones del suicidio. [...]Con el suicidio todo es complejo. El embrollo fundamental se refiere a la autonomía (o no) de los seres humanos. La pregunta siguiente bien ilustra la dimensión del problema: ¿tienen o no derecho las personas para disponer de su vida?
Más en Compartir la muerte, de Arnoldo Kraus en La jornada

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Parece que últimamente mi única ocupación en la vida es recomendarte libros. El mito de Sísifo, Camus. Yo estoy en ello. Eso sí que es pesimismo existencial.

12/09/2005 07:09:00 p. m.  
Blogger Daniel Basteiro said...

Oido, cocina. No sé si tendré tiempo para tantas cosas, con lo que me gusta perderlo... pero gracias. Ahora estoy enfrascado en libros de muchas y buenas páginas, además de los de clase, que casi no cuentan. Lo apunto en la lista

12/10/2005 04:19:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

decía camus (lau acertando con la recomendación) que la coherencia del hombre absurdo se muestra en que morirá siempre irreconciliado, no de buen grado. no condena camus el suicidio desde la mojigatería o la concepción de la vida como un bien que no tenemos derecho a trastocar, el francés se limita a decir que ante la certeza de saber que hay una gran contradicción entre lo que es y lo que debería ser, entre la vida y el hecho de que se terminará y no hay otra respuesta, unos optan por la religión y otros por quitarse de en medio, equiparando pues la fe con el suicidio. arriesgado? tal vez, pero es lo más coherente que he leído en mucho tiempo.
me alegro de re-verte, dani, de que hayas hecho público tu blog, guardo un buen recuerdo de sangría, piano y conversación;)
un apunte personal, sobre el suicidio, cuando uno empieza a preguntarse por la vida y descubre que tiene más dudas que certezas (cuando lo primero es casi pecado) tal vez deba plantearse que sus certezas son de otros, no son propias y no tienen por qué ser inamovibles. te lo digo desde el infierno, a dónde desciendo cada navidad cuando las calles se engalan y llegan las crisis de fe...

12/11/2005 01:41:00 p. m.  
Blogger EDUARDO ALONSO said...

Producto y consecuencia de situaciones de la vida... terminé por escribir al respecto.
Mi visión no es ni pesimista ni de fe, si no que la simple descripción de lo real, de lo que está aparentemente oculto...
Sin más ni más, de un día para otro, se nos suicida un cercano, nos lamententamos, lo pensamos y lamentablemente -a veces- lo olvidamos.

EDO

11/09/2007 11:49:00 p. m.  

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