08 febrero 2006

Locura de Macbeth

Si no algo, al menos alguito tiene que ver con nosotros. Si se suspende un instante la sensibilidad de cartón a la que obliga la suma de barbaries que sufre nuestra perplejidad, sentirá (aunque en suave dosis) la culpa que como especie le toca. La belleza documental de National Geographic nos neutralizó los ojos a la hora de igualar los destinos del guepardo y la cebra. De a poco, esa mirada blanca se ajenizó hasta hacernos sentir distantes los destinos de un hutu con machete y una tutsi decapitada. Llueven a diario un millón de noticias sobre el mundo. Es que no hay modo de contener tanto meteorito. Sobre lo que nos pasa ya casi no nos "pasa" nada. Para sobrevivir portamos un colchón interior que sostiene el impacto de lo que leemos, oímos y vemos cada día.
Esteban Peicovich, Así miran las niñas jirafas, en La Nación