24 enero 2006

Los olvidados

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Qué curioso es comprobar la relevancia que los medios de comunicación le dan a ciertos temas en detrimento de otros. Cómo la información, su metraje, es muy injusto. Es decir, cuándo hay temas más importantes que el Estatut, ¿por qué los medios de comunicación le dan tantas páginas? Sobre todo, si sabemos que ese espacio contribuye a la crispación, y en muchas ocasiones a la manipulación y a la polarización. Siempre se puede apelar, además de a una evaluación fría, al valor simbólico del asunto. Es decir: objetivamente (si lo destripamos), no debería de ser tan importante, pero el efecto en la gente, su impacto en la sociedad, es considerable, porque cambia maneras de pensar, invierte tendencias. En este punto, muchas veces una foto, o la historia más humilde puede generar una revolución... Si creemos en que el periodismo debe de hacer justicia (ya no juzgando, sino maquetando y adjudicando columnas), como se mantiene desde algunas posiciones, que se dé más importancia a cada muerto en Irak despreciando todos los del Congo, Chechenia, etc es un agravio a la información y a la resolución de esos mismos conflictos, suponiendo que tratemos de hacer un periodismo preventivo, que mejore la realidad social y cure en salud de posibles males...
Andrew Tyndall, editor de The Tyndall Report , una publicación digital que rastrea lo que publican los medios de comunicación, ha señalado que los diez conflictos o catástrofes más destacados por Médicos sin Fronteras ocuparon en los noticiarios nocturnos de las tres principales cadenas televisivas estadounidenses sólo ocho minutos de media cada uno, de un total de 14.529 minutos de información. La República Democrática del Congo mereció seis minutos y Chechenia, dos. Cifras que son perfectamente trasladables a la internacionalista Francia o a España.
Las guerras de los olvidados Carlos G Reigosa, en La Voz de Galicia

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es increible que sólo cuando sale en un periódico y lo firma un personaje de cierta relevancia, nos demos cuenta de la realidad. Que nos informan de lo que interesa está claro; que sólo nos muestran lo que quieren que veamos, también. O sólo hay maravillas? cuando uno ve la parrilla de una cadena televisiva puede pensar: qué guay, puedo derrochar mi tiempo en gavilanes, salsas rosas, patadas a un balón,... Es que ya lo decían por ahí (y lo amplío): ... va bien, no?

1/27/2006 03:10:00 p. m.  

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