23 diciembre 2005

Otro árbol de Navidad

Delicioso artículo, leedlo entero, que no tiene desperdicio.
La imagen “http://www.xarxa-omnia.org/home/uploads/activitat/1103632630arbol_de_navidad.jpg” no puede mostrarse, porque contiene errores.
Fue una de esas noches cuando descubrí el árbol. Aunque la calefacción es perceptible, hay pocos sitios en la terminal que no estén cruzados por ráfagas árticas. Hasta en los pasos subterráneos se congelan las manos y las narices. Cerca de los baños, sin embargo, hay un punto en el que confluyen dos entradas de calor. Los policías, que conocen el refugio, no permiten que nadie se eche allí a dormir, pero no se han opuesto, hasta ahora, a la presencia del árbol, que está en el centro, bajo un reflector. Es un paraguas que debió ser elegante en su vida remota, con un bastón central de madera y varillas negras. Lo han enterrado en una maceta de hojalata, sobre una pasta de tierra y cartones que Dolly, la decana de los sin techo en la estación, mantiene siempre húmeda y compacta. De la armazón cuelgan boletos de trenes en desuso, cartones del metro, serpentinas de colores. Sobre el suelo, en semicírculo, están tendidas medias de lana con los nombres de los vagabundos que imaginaron esta obra maestra de la ingenuidad: Sam, Terry, Doug, Alma y Dolly.
Tomás Eloy Martínez; El árbol de la estación de Pennsylvania, La Nación