23 diciembre 2005

La Casa Real y el photoshop

Impresionante portada de la edición digital de elmundo.es de las 18,00. Tanto la noticia de portada, como la foto en script hacen referencia al montaje de la felicitación navideña de los reyes. Un montaje de la Casa Real!! Seguro que a nadie se le había pasado por la cabeza que sus majestades compartieran tan dudosa actividad con personajes tan entrañables como Belén Esteban, o los de Gran Hermano. El follón, que no es tal, se produce porque don Juan Carlos y doña Sofía se vieron incapaces de reunir a sus siete nietos en un mismo día en Madrid para la foto. Así que cogieron el Photoshop (me imagino al rey y me va mal) y listo. Alguien muy listo en El Mundo se dio cuenta y se creyó Pepe Calabuig ante un filón de escándalo. Y pusieron al equipo de investigación a desentrañar los entresijos de la historia. Ya no sólo eso, sino que en su web exponen las comparaciones y demuestran el montaje (que se ve a simple vista, con ver la foto)
Detalle de la imagen de la pequeña Irene. A la izqda. en la felicitación de sus padres; a la dcha. en la de los Reyes. (Foto: EFE)
Le dedican un artículo donde llegan hasta el final de las implicaciones en la elaboración de la polémica felicitación. Además, abren un foro especial donde se ven perlas de periodismo ciudadano conspiratorio como estas (sin leer muchas):
Cuando Bush salió con un pavo de plástico, el ABC se mosqueó muchísimo (mas que por la mentirijillas de la armas químicas y la amenaza biológica para las cuales sea dicho de paso, también hubo fotomontajes en la ONU). ¿Que dirá la prensa monarquica? ¿Que la casa real puede hacer montajes porque se lo permite la constitución? ¿Que deducimos ahora del discurso real? ¿Es un doble, una infografía, un muñeco? ¿O un video repetido desde 1980?
Por si fuera poco, recopilan las felicitaciones de los reales matrimonios con sus respectivos hijos, y hasta publican un sesudo análisis de experto. Para ser exactos Chema Conesa, "fotógrafo y subdirector de Magazine, el suplemento dominical del diario", que lo deja claro:
La falsedad en la construcción de una imagen invalida cualquier intención de comunicación veraz. Nuestro cerebro, aún convaleciente de anestesias, quiere apreciar la diferencia entre verdad y belleza, y en el proceso de digestión, clasifica la imagen como perteneciente a una de estas categorías. Es una primera línea de defensa simple, un primer parapeto ante el continuo bombardeo de imágenes que utilizamos, pero que nos va a servir para orientar nuestra consciencia hacia una de estas interpretaciones y sus respectivos géneros.
Ahí es nada. El Mundo y su periodismo de investigación vuelven a ser los primeros en información, o algo.