Me voy a mi casa

Hay muchos productos típicos de mi pueblo, Vilalba (Lugo). Uno es un queso, "de tetilla", ahumado con madera de abedul, con un aroma especial que huele a cocina de leña y recuerdos de infancia. Otro es un roscón de almendra, dulce, dulce, dulce como una sonrisa en agua, que se hace con almendra y lleva mucho azúcar. Y aunque hay más, hablemos de la Navidad. En mi pueblo se celebra mañana la "Feira do capón", que es una feria donde se venden pollos castrados y de alimentación especial durante meses. Hay un concurso y premios: el mejor par, la casa que mejor los cría, etc. Se ven por el pueblo caras que parecen sacados de la Historia de Galicia del s. XIX. Los productores vienen de las aldeas de la comarca y despliegan, en los aparcamientos de la plaza del pueblo, sus encantos como vendedores de las preciadas aves. Los "capones" son el plato estrella de algunas casas (me aventuro a decir que antes de la llegada del arrollador marisco lo eran más), y las autoridades del pueblo, o que han nacido en él, se llevan siempre buenos pares. El mejor par iba siempre a San Caetano, al despacho del presidente de la Xunta, que hasta las últimas elecciones era el vilalbés más ilustre.

Yo siempre tengo el recuerdo de las rifas, revistas del colegio o lotería que se vendía para ir de excursión, entre otras cosas. Yo he vendido de todo: desde un viaje a Andorra hasta para una tuba para la banda del pueblo, que el 25 dará (daremos) el habitual concierto de Navidad. En la fría, pero húmeda Vilalba, todo seguirá más o menos igual. Quizás haya cambiado la tienda de la esquina (en Vilalba ya hay "chinos"), o fulanito se haya muerto. Nada en lo sustancial (aunque... que se lo digan al que se murió, claro). Calles vacías a partir de las 22,00 y la gente que te pregunta que si has adelgazado, que si te has echado novia o que si eres feliz. La familia, las comidas y los cafés con la gente con la que se guarda relación, y a menudo con las que se ha perdido. Han llegado las Navidades.

Mañana me conectaré ya desde mi casa, donde voy a pasar las navidades. Pero espero que no sean unas vacaciones en lo que respecta al blog. Seguiré actualizándolo todo lo que pueda. Hay mucha información, también en estas fechas. No descansa. Aunque a veces no viene mal salirse de la rueda de las noticias, que gira a toda pastilla sin dejarte salir.