21 septiembre 2005

Recuperemos la poesía para este blog

FOTOGRAFÍA EN BLANCO Y NEGRO Cuando al mirarme en el espejo Veo en mi cara la cara de mi padre... (José Coronel Urtecho). Mi padre es mar, infancia, plato frente a una costa incandescente, ostión golpeado con un hacha, cuerda girando en aire matinal. Un pochote repleto de iguanas y garrobos, hamaca extendida entre almendros, papaturro, rama de matapalo. Mi padre es sueño, el sombrero de paja, la pijama azul, las pantuflas de cuero. Cualquier referencia a su muerte la niega el espejo. Su misma edad. Manchas de sol. Mar azul, plantado, infinito. Aleta entre las olas, mantarrayas inmensas, pargos rojos en una esquina de playa. Ola perdida, arrecife sin corales, la muerte es un mar vaciado. El espejo es una canción: "soy un pobre venadito..." La boca, el movimiento de la boca, el magnetismo en sus dedos ondulantes. Una caña doblada: ojarán con su esperanza rota, pez vela con el pico partido. Es agua, silla, cuchillo, ostión abierto, almeja, chinchorro, lisa, tiburón. Mar desviscerado. Mi padre es un aroma, una jaula con bastirma bajo el sol enmohecido. Hijos saliendo de un sueño. Una almohada en el espejo es mar. Foto en blanco y negro: un niño arrastra diez jureles y una cuerda. Casa amarilla, paredes de pochote del 59. Un niño mira el mar.
Rodolfo Dada, en Cardumen