06 septiembre 2005

La otra cara de Katrina

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En alguna parte, sumergida en el agua aceitosa y contaminada que dejó completamente anegada la capital del jazz, Nueva Orleáns, nada la primera trompeta de Louis Armstrong. Al igual que la corneta de Dizzy Gillespie y el clarinete de Larry Shields, el instrumento de Armstrong se hallaba expuesta en el Museo Estatal de Louisiana, en pleno Barrio Francés. Al igual que decenas de miles de fotografías irremplazables de los comienzos del jazz, discos, partituras y grabaciones de conciertos de las legendarias figuras del jazz, también el instrumento de Satchmo fue engullido por el sucio aluvión. Según The Washington Post , también quedaron dañados el museo del jazz, la casa-museo de Louis Armstrong, los archivos del museo Jean Lafitte y el cementerio nacional, en el que se encuentran enterrados soldados caídos durante la Guerra de Secesión. Nueva Orleáns, fundada en 1781, es considerada una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos y cuenta con una variada historia de inmigrantes y ocupantes franceses, españoles y creoles. Se pueden dar como desaparecidos para siempre centenarios objetos de recuerdo irrecuperables. Pero aún no es demasiado tarde: especialistas del Departamento Museológico del National Park Service de Washington están dispuestos a salvar todo lo salvable.
Vía Jacintario