09 septiembre 2005

En el año 695 Leoncio lideró una rebelión contra el emperador Justiniano II, al que hizo preso y mandó cortar la nariz, pensando que la desfiguración le haría indigno del trono.

Tiempo después, Leoncio fue derrocado por Tiberio quien le sustituyó en la corona y a su vez ordenó que también le cortaran la nariz.

Después de diez años de exilio, Justiniano II recuperó el trono en el 705 y mandó ejecutar a ambos.