Momentos de es3
En estos momentos en que las notas nos agobian, a algunos menos y a otros más, me parece oportuno aconsejaros este artículo de blog, fenomenología de la nota, que reflexiona sobre aquello que "nos lleva el arma". A mi "chica matrícula", con todo el cariño... Aquí teneis un pequeño extracto...
Por cierto, la foto se sale... Yo, si soy el profe, la dejo copiar... Sigue leyendo...Tomemos una nota clásica, el 5. El aprobado por los pelos, la nota en el límite del suspenso (y por ende en el límite de la marginación, de la exclusión, del ataque contra el mismisimo ego). Con demasiada ligereza se asigna este número sin explicarlo. Quizá por pudor, el sujeto que examina y puntúa prefiere no entrar en excesivos detalles. O tal vez se trate de pura y simple pereza, puesto que la valoración es masiva, e implica la revisión de docenas de pruebas parecidas. Toda la validez del 5 descansa en supuestos inexplicados, en la merced del profesor, en las circustancias nebulosas que pueblan su mente.
2 Comments:
Pero siempre en esta vida llega el maravilloso momento del curso en que se ve a uno de esos confesos asiduos del cinco, de esos que dicen no procuparse por la nota, no aspirar a nada más allá de pasar la frontera
del suspenso, estirando el cuello y desorbitando los ojos -en uno de esos que descalifican ellos mismos como examenes sencillos, por otra parte-, para averiguar quién era, digamos, Mariano Pineda... aunque en ese contexto fuera sólo algo así como medio punto, la diferencia entre un siete y un nueve....
XDDDDDDD
Golpe bajo... Por cierto, no era el único que no sabía quién era Pineda...y no miro para nadie!
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